Un conductor de camiones de Nueva Zelanda logró sobrevivir milagrosamente, después de que se infló como un globo a consecuencia de un accidente con una manguera de aire comprimido de su camión.
Steven McCormack, de 48 años, que así se llama el accidentado, se encontraba trabajando en su camión cuando sufrió un accidente y se cayó en el espacio entre el compartimento del conductor y el remolque, con tan mala suerte que rompió una manguera de aire comprimido y ésta le rasgó el glúteo izquierdo, comenzando a bombear aire a presión en su cuerpo.
McCormack comenzó a gritar pidiendo ayuda a sus compañeros, quienes, por suerte, pudieron salvarle.
Según la versión de los médicos, el aire separó la grasa de sus músculos y su cuerpo se llenó de aire, inflando la pierna, el pecho y la cara.
La presión también provocó que sus pulmones se llenasen de líquido y comprimieran su corazón, aunque afortunadamente, la presión no rasgó su piel.
Los servicios de emergencia, que llegaron una hora después, lo pincharon con una aguja para ayudar a que saliera el aire.
El extraño accidente dejó la piel de McCormack llena de burbujas, como si fuese un plástico de embalar. El accidentado describe su condición cutánea similar a la de un cerdo asado: crujiente por fuera y blandita por debajo.