Escritores Fantasma para Trabajos de Fin de Grado

La estafa de las tesis doctorales y trabajos de fin de grado hechos por empresas por encargo que tienen redactores fantasma.
Escritores Fantasma para Trabajos de Fin de Grado

Empresas que elaboran tesis doctorales

Existen empresas y proyectos cuya finalidad plantea un claro debate ético a cualquier persona que realmente se cuestione cuál es el objetivo principal del equipo de trabajo. Si buscas en internet, puedes encontrar un montón de empresas que se anuncian en letras mayúsculas para atraer como público objetivo a estudiantes universitarios que no quieran hacer sus trabajos de fin de grado y prefieran delegar esta competencia en manos de un experto titulado que precisamente, convierte su conocimiento en un valor para este tipo de servicios.

Es evidente que el trabajo es un bien básico a nivel humano y que, además, no es fácil encontrar trabajo en algunos sectores. Sin embargo, este tipo de trabajo puede suponer un debate ético para quien lo ejerce por la sencilla razón del riesgo que supone que un alumno pueda obtener una buena nota por un trabajo que no ha hecho en realidad. Este tipo de mercado se extiende incluso al ámbito de las tesis doctorales.

Algo que resulta sorprendente sencillamente porque quien ha hecho una tesis por sí mismo sabe lo que eso implica, sabe el tiempo de vida que dedica a ese proyecto y también, cualquier doctor o doctorando sabe que detrás de una tesis no hay un solo trabajo escrito que se presenta ante un tribunal. Hay mucho más que eso. El alumno adquiere habilidades para investigar sobre un tema determinado, adquiere autonomía y espíritu proactivo en el trabajo, gestiona la frustración de todas las dificultades que encuentra en el camino, adquiere madurez, conoce gente nueva, se ilusiona con el tema que estudia…

De hecho, el principal riesgo de contratar este tipo de servicios es que es muy difícil defender como propio ante un tribunal experto, un trabajo que no tiene la esencia personal de su autor. El alumno no solo debe de exponer su trabajo, sino que también debe responder a las preguntas del jurado en un momento importante en el que puede sentir mucha presión dada la responsabilidad del momento.

El peligro del lado oscuro de la universidad

Pero lo más importante, conseguir un título gracias a un encargo hecho a otra persona supone algo que va más allá de aquello que puedan o no descubrir los demás. Una persona puede engañar a otras pero no puede engañarse a sí misma. Y sin duda, un aprobado en un trabajo elaborado por uno mismo produce mucha más satisfacción que una matrícula de honor en un trabajo realizado por una empresa de estas características. La ética es una exigencia que acompaña a la vida universitaria y más allá de ella cuando se trata de ser un buen profesional.

Sin embargo, en la era de internet, los profesores no solo se encuentran ante el reto de identificar qué trabajos pueden contener algún tipo de plagio a través de la técnica del corta pega, sino que además, se encuentran ante la aventura de saber si ese trabajo puede estar hecho por otra persona.

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