Las tragaperras son unos de los juegos de azar más conocidos al nivel internacional. Es uno de los símbolos del azar y la tentación a buscar dinero. Muchas veces de forma fallida e incluso caer en la desgraciada ludopatía; pero en otras ocasiones de completo éxito, como le ocurrió a un joven americano hace 12 años, cuando ganó en el Hotel Excalibur de Las Vegas casi 40 millones de $.
En todo caso, las tragamonedas están presentes desde el siglo XIX, con constantes evoluciones acorde con las mejoras tecnológicas en siguientes décadas. Pero todo tuvo un inicio.
Charles Fey decidió crear la máquina en 1887, la famosa Liberty Bell, basada en tres rodillos con cinco símbolos: herraduras, espadas, diamantes, corazones y la campana de la libertad que dio nombre al juego. El éxito fue inmediato, aunque no fue profeta en su tierra ya que estuvo ilegalizada en California durante años. Tiempo después, Hernert Mills tomó el testigo de la evolución y continuó con la Operator Bell.
En la segunda década del siglo XX, las máquinas estaban consolidadas como alternativa de ocio, pero los premios variaban en función de lo que ofrecían los establecimientos debido a la prohibición de otorgar premios en metálico de concursos y juegos de azar. De esta manera, sabemos que hubo locales que ofrecían, según combinaciones, jarras de cervezas gratis, tabaco, bebidas espirituosas o chicles de sabores por parte de la “Bell-Fruit Gum” company. Esta compañía forma parte de la historia de este juego/máquina ya sus máquinas ofrecían gomas de mascar de sabores en función de las combinaciones de frutas en los rodillos: cerezas, fresas, melones, etc. Pero el gran legado es el símbolo “BAR”. No tiene nada que ver con el típico local de copas, es un logo originario de la compañía y que constituye en la actualidad un icono. Pero no nos enrollemos mucho más.
En los 40s, un tal Benjamin B. Siegel, uno de los principales promotores de los juegos de azar, tuvo la visión de incorporar estas máquinas en sus casinos en Nevada. Funcionó. Proliferaron rápidamente por los estados donde legalizaron y regularizaron dichos juegos. Dos décadas después, la firma Bally Technologies creó el primer modelo electromecánico con pago automático sin necesidad de un asistente. Las tragaperras electrónicas fueron evolucionando, así como sus temáticas y sus respectivos mecanismos: de rodillos a vídeos, gráficos y sonidos de primera categoría, como el ‘Reel Rm Im’, el primer slot con cambio de pantalla durante el juego y creado en plataforma videojuego.
Ya en el siglo XXI, las tragaperras no quedaron al margen de Internet. Las casas de azar y apuestas experimentaron un gran salto gracias a la generalización de la World Wide Web. Muchas casas de apuestas dieron el paso a los juegos de casino online y aumentaron el target de jugadores. Grandes casas como ‘PlayTech’ y ‘NetEnt’ crearon grandes vídeo tragaperras que hoy están vigentes en las principales web de casinos. El negocio aumentó bastante y la regulación también: la Gambling Comission y la American Gaming Association son pioneras en normas de regulación y control. Asimismo, en España existe la DGOJ y controla todas las tragaperras reguladas desde la primavera de 2015, ya que la diversión no está reñida con la responsabilidad.
En la actualidad, las casas de apuestas y casinos online como Tragaperras 777 u otros de corte internacional no se entenderían sin determinados slots gracias a la gran variedad de juegos y de formatos. La creatividad es el punto fuerte, ya que la tecnología actual permite crear un storyline: super héroes, aventuras, deportes, clásicos remasterizados, etc.
Además, los premios pueden ser tan gordos como los conseguidos en una máquina. En 2013, la compañía de gambling PAF certificó un premio de 17.861.813 millones de euros a un finlandés al conseguir el bote de Mega Fortune; sin olvidar otro reciente premio de 13,2 millones de libras esterlinas conseguido por un soldado británico el pasado octubre.
Como ven, la evolución de este juego es una pequeña muestra del gran cambio y del contraste de épocas: de una máquina enlatada a un diseño propio de un videojuego; pero…¿cómo será el futuro? Veremos.