¡Qué bonitos paisajes! ¡Qué emocionante! ¡Qué obra maestra! ¡Si es que el niño es increible! ¡Qué historia de amor tan apasionante!….Oir esos comentarios me hicieron ir a ver Australia…

Voy a dejar de lado el cabreo que me ha supuesto perder tres horas de mi vida en esa película amiga del marketing (porque sino no entiendo su éxito) para hablar bien de Nicole Kidman. Salva (si es que eso se puede hacer) algunos momentos del largometraje. El único problema de su personaje no es de ella como actriz, sino de esa manía de hacer creer a la humanidad que “las niñas bien” van al campo con unas vaquitas y se ruralizan en apenas tres días…¿Al principio no aguanta ni a un borrachuzo simpático sentado a su lado y en dos días esta preparada para llevar al ganado al fin del mundo? Falta realismo y sobran tópicos. Pero bueno, a ella le dicen que Lady Sarah Ashley debe pasar por esas fases…Y ella va, y lo hace, que para algo es la gran Nicole. Que, por cierto, es australiana, como también lo es el protagonista masculino Hugh Jackman, quien en X-men sería un gran héroe pero aquí es patético…Un espíritu libre con intento de cara de conquistador al más puro estilo Pierce Brosnan con esa mirada de “hummmm…nenaaa”. Me quedo sin palabras.
Los paisajes si, son muy bonitos, pero también lo son los que aparecen en los documentales de la dos y nadie me negará que es lo mejor para una sobremesa con siesta…La comparación está hecha. No sé en que pensaba el director Baz Luhrmann cuando se ha puesto manos a la obra con esto. A lo mejor es que Moulin Rouge le quedó demasiado grande.
Tor, que el cine esta carillo y yo en paro, jejejeje
buf sigue con Asutralia? mu mal Cris hay q ver más pelis, que tus lectores esperamos q actualices más el blog. Un saludo
Sin ver la peli, está claro que es un pastel