Black Swan


Que no, que no me ha gustado. Mira que lo siento y que me gusta poco ir en contra de una película que es capaz de remover las sensibilidades más críticas con el mundo del cine… Pero no le he visto nada interesante a la nueva película de Darren Aronofsky. Que digo yo, que ser bailarina no significa llevar un abrigo rosa, tener la habitación llena de peluches, una cajita de música y el politono del ballet en el móvil…
Que ser una bailarina de las más clásicas no significa ser una frígida. Que la escena que representa la fantasía lésbica que tiene Natalie Portman no le quita de su estrechez general… Que no. Que llevar tatuado en la espalda unas alas negras, como lleva Mila Kunis, no te hace más «malota». Que haber abandonado tu carrera para cuidar de tu hija no te tiene porque hacer una obsesiva-sobreprotectora. Hablo de la madre de Nina (Natalie Portman) a la que no me creo para nada. La comparo con Carmen Elías, la que hace de madre estirada en la película Camino, y creo que no hay color. Que sólo veo tópicos y personajes totalmente predecibles. Vamos que la historia me cansa, es lo mismo de siempre, el ying y el yang, el bien y el mal, Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Que no siento ni miedo, ni intriga, ni me engancha, ni me hace pensar, ni me llega, ni me entretiene. En los diez primeros minutos ya sabía cómo iba a acabar y parte de lo que iba a pasar. A la media hora quería que dejara de ocurrir lo esperado y esperaba una sorpresa que nunca llegaba. A la hora y media estaba harta…

Que si, que Natalie Portman hace un papelón, que película será buena y que Aronofsky será un genio capaz de emocionar con cualquier historia. Pero a mi el cisne éste se me queda a años luz de Requiem por un sueño y El luchador. Y mira que lo siento.

1 COMENTARIO

  1. A mí tampoco me gustó esta película. Hacer una película sobre una esquizofrénica es muy fácil, pones imágenes, escenas, secuencias, que no vienen a cuento para nada, sin explicación alguna; pero está justificado, como el personaje está loco…Y al final se termina de cualquier manera, aunque nadie comprenda el por qué.

    Siempre dan los Oscars de interpretación al que hace de un loco, aunque yo he conocido esquizofrénicos de verdad y no van por la vida poniendo caras raras, lo raro es su comportamiento. A ver cuándo dan un Oscar a alguien que interprete a una persona normal, de esas que amanecen con sueño y se acuestan reventadas a las dieciocho horas de haberse levantado de tanto trabajar.

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