La red social

Cuando el origen de una idea se basa en las ganas de impresionar por causa de un desengaño, es bastante obvio entender que en el desarrollo de la misma, así como en su resultado final, también se darán, de algún modo, las consecuencias más negativas del germen creador. Porque es sabido que «todo mito de la creación, tiene su demonio». Dicho de otro modo, si el creador de facebook tenía como finalidad darle en las narices a su ex-novia por una mezcla de no ser capaz de olvidarla y querer superarla e impresionarla con cualquier cosa, es entendible que facebook diese problemas en su expansión, como dice la película, y en el uso que se le da a dicha herramienta (y esto también lo deja entrever la cinta)

Pero bueno, esto no es un análisis sobre los usos de una aplicación, sino sólo mi opinión sobre una película que me aburrió al mismo tiempo que me fascinó.

Jesse Eisenberg, o Mark Zuckerberg, me parece muy bueno y me provoca exactamente lo mismo que Vivian Leigh, o Escarlata O´Hara, en Lo que el viento se llevó (salvando las distancias, por supuesto). Una mezcla de amor y odio absolutamente irreconciliables. Sin embargo, no me creo mucho a los demás, y al que menos, a Justin Timberlake y no por su papel de drogadicto-fiestero, que esta muy bien llevado, sino más bien por sus características implícitas al personaje Sean Parker (creador de Napster), las de tener realmente ideas brillantes incapaces de desarrollar.

Por otro lado, el director de las maravillosas Seven y El club de la lucha, y de las aburridismas Zodiac y El curioso caso de Benjamin Button, dirige aquí una historia que me provoca sentimientos muy ambivalentes. Por un lado, el morbo de la resolución judicial, el estar contado con cambios en el tiempo, el ir dudando todo el rato sobre las verdaderas bondades y maldades de Zuckerberg… me tienen totalmente enganchada las dos largas horas que dura la cinta. Pero por otro, se recrea en detalles absolutamente innecesarios con la intención de darle un toque un poco a lo «Sálvame» de Telecinco a la historia. Toda la bipolaridad que puede desarrollar el protagonista a los ojos de los espectadores es nada en la representación de los otros personajes, que son, a mi entender, absolutamente planos e inamovibles. Eso si, en el guión me parecen buenísimos los toques de humor negro y las críticas veladas a la verdadera red social, como la escena de celos de la loca de la novia del co-fundador.

La red social es una película que enseña historia reciente, que entretiene y que te deja finalmente con la duda de si lo contado será realmente verdad o no (y no pruebes a buscar en Google una respuesta aclaratoria, porque al poner Mark Zuckerberg te salen 4.890.000 resultados…) Y por supuesto que te deja con conclusión abrumadora: el despecho no tiene que ser sólo malo para el hígado, también puede hacerte billonario.

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