Fui a ver la tercera película de Daniel Sánchez Arévalo con mucha ilusión y expectación… Y salí con una sonrisa y habiendo pasado una hora y media muy entretenida… No es una obra maestra, no pretende serlo. No es una reflexión sobre nada, a pesar de tratar el tema que puede ser más profundo y que es más manido en el cine: el amor. Es una historia fácil que te hace reir y que, aunque probablemente no pasará a la memoria histórica personal de ningún espectador, mantiene escenas en el recuerdo.
Raúl Arévalo lo clava. Con un personaje radicalmente distinto al que tenía en Gordos, y algo más parecido al de AzulOscuroCasiNegro… Antonio de la Torre se sale como siempre…Quim Gutiérrez hace muy buen papel y me soprende muy gratamente Adrián Lastra, al que no conocía.
La gente piensa que hacer una comedia es fácil. Yo realmente creo que es mucho más complicado que cualquier drama. Una comedia buena, que no diga nada pero que no te aburra, que te haga reir pero que tenga toques inteligentes… Es muy dificil… Gordos hacía gracia, pero tenía un tono tragicómico, una filosofía de fondo. En esta no hay que pensar y, sin embargo, no te parece vacía.
El monólogo del inicio de la película me parece genial. El tono canalla y gamberro de Arévalo, a pesar de abusar de las palabras que otorgan fácilmente esas cualidades, no me agotan. Y el toque tierno en su relación con Antonio de la Torre y la que hace de su hija (Clara Lago) es conmovedor.
Vamos, que tanto que critican el «sesudo» cine español…Pues aquí está «Primos» que es el ejemplo de que no siempre se tira por la intelectualidad para contar historias y que no se tiene que llegar al punto diametralmente opuesto que supone Torrente, para hacer una película entretenida y agradable.
