Decidirse entre dos opciones a la hora de hacerse con un coche
Al igual que ocurre cuando uno se plantea vivir en algún sitio, con los coches se está poniendo de moda una opción que permite hasta cierto grado eliminar las preocupaciones propias de ser el propietario de un vehículo: el alquiler, también conocido como leasing.
Existen dos tipos de alquiler, el temporal y el permanente. En cuanto a alquilar coches por horas o días, esta fórmula se lleva utilizando desde hace mucho tiempo, principalmente para disponer de un medio de transporte cuando uno sale de viaje o cuando hay que hacer una mudanza y no se tiene una furgoneta o un camión con el que hacer el traslado del mobiliario. Existen casas de alquiler especializadas en el préstamo de vehículos, algunas de las cuales operan a nivel internacional y generan grandes beneficios ofreciendo estos servicios.
Otra modalidad, un tanto menos conocida pero que empieza a ganar terreno es la de disponer de un coche de alquiler pero como si fuera nuestra propiedad. Consiste en pagar una cuota fija mensual y limitarnos a llenar el depósito cuando haga falta, ya que del resto se encarga la empresa de alquiler. El coste del seguro, las reparaciones y hasta el mantenimiento periódico entra dentro de la mensualidad que se paga. Esto hace que muchas personas echen cuentas y se convenzan de que esta modalidad les resulta ventajosa, incluso hasta mucho más que si se compraran un coche y tuvieran que hacerse cargo de todos los gastos que conlleva.
¿Alquilar o comprar? Esa parece a día de hoy la gran pregunta en cuanto al mundo de los coches se refiere. En muchos países la fórmula del alquiler está muy aceptada, tanto que apenas se plantean otro modo que no sea el de pagar sus cuotas mensuales por tener el coche en la puerta.
