España, con una tasa de desempleo del 27%, con los niveles de deuda pública casi al 100% de su PIB y sin alternativas a la construcción como motor de crecimiento económico, ha logrado convertirse en la única economía europea con perspectivas positivas para el 2015, según el Fondo Monetario Internacional.
La semana pasada el FMI celebraba en Washington su Asamblea Anual. En ella se llegaba a la conclusión de que la economía mundial crecerá un 3,8% el próximo año, por debajo del 4% de los pronósticos realizados el pasado mes de julio.
Sin embargo, la economía española crecerá un 1,3% este año y un 1,7% en el 2015, lo que representa un aumento de una décima porcentual en ambos casos con respecto a los mismos pronósticos llevados a cabo en julio.
Ninguna otra economía europea crecerá a ese ritmo el próximo año, según palabras del propio Fondo Monetario Internacional. Este crecimiento de España ha resurgido gracias al apoyo de la demanda externa, así como una mayor demanda interna. Dos aspectos que reflejan la mejora de las condiciones financieras y el aumento de la confianza.
España ha venido registrando ligeras ganancias en los últimos doce meses, impulsadas en primer lugar por las exportaciones y más tarde por el consumo interno, que se siente alentado por la creación de empleo, aunque aún la tasa de parados sigue siendo bastante elevada.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pronosticó recientemente la creación de 348.200 nuevos puestos de trabajo en el 2015, logrando así una ligera reducción de la tasa de desempleo. Los expertos del Fondo Monetario Internacional también esperan que el desempleo descienda al 23,5% el año próximo.
Sin lugar a dudas estas noticias son buenas para el sector del automóvil.