De todos es conocida la capacidad olfativa de los perros: son capaces de detectar olores que las personas ni siquiera sabemos que existen, incluso los que han sido disfrazados con otros olores.
El olfato de un perro es más potente que el mejor instrumento científico, por lo que son utilizados para detectar drogas, escapes de gas, explosivos y encontrar personas perdidas.
Pero esto no es nada comparado con el último descubrimiento realizado por un equipo de expertos del Departamento de Cirugía de la Universidad japonesa de Kyushu: se ha demostrado que los perros pueden detectar, a través de su olfato, el cáncer colorrectal, y se ha sugerido que también podrían identificar por el olor los cánceres de piel, vejiga, pulmón, ovario y mama.
Parece ser que los perros detectarían esta enfermedad tras oler el aliento y las heces de los pacientes, pues su sentido del olfato es capaz de identificar ciertos compuestos químicos de tipos específicos de cáncer. Según los expertos, el cáncer tiene un olor muy específico, que es imperceptible para los humanos, pues aún se desconocen los compuestos químicos que lo generan.
Los perros son capaces de localizar la enfermedad con una precisión del 95% en el caso de las muestras de aliento y del 98% en el de las heces. Todo un récord.
A partir de ahora, los perros ya no sólo serán considerados como los mejores amigos del hombre, si no que también serán conocidos como unos detectores muy fiables de cáncer de colon.
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